Esa percepción de que solo a las mujeres les importa tanto su imagen que recurren al bisturí para lucir más esbeltas o rejuvenecidas, quedó atrás hace mucho tiempo.
Año tras año son más los hombres que recurren a los cirujanos plásticos para explorar las opciones de procedimientos cosméticos –invasivos y no invasivos- que están disponibles para ellos.
“Cada vez veo más hombres que llegan a mi oficina. Ellos no se quieren ver operados. En su mayoría, son profesionales y piensan que la apariencia es importante y quieren seguir siendo competitivos en el mundo laboral. Quieren verse refrescados, pero no operados”.
Según las estadísticas Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, el año pasado 1.3 millones de hombres se sometieron a procedimientos cosméticos. Esto representa un 8% de los procedimientos y aunque todavía las mujeres siguen llevando la delantera, cada año se ve un incremento en las visitas de ellos a los cirujanos plásticos.
“Todo es relativo. A diferencia de la mujer, el hombre trata de buscar una justificación de lo que le incomoda. Por ejemplo, busca la ginecomastia porque no se atreve a quitarse la camisa, dando justificación del peso emocional que eso conlleva para buscar esta cirugía plástica”.
En los resultados arrojados por el estudio, realizado por la National Clearinghouse of Plastic Surgery Statistics, se destacó que las cinco cirugías estéticas que más buscaron los hombres el año pasado fueron rinoplastia, blefaroplastia, ginecomastia, liposucción y “facelift”.
Rinoplastia
Esta cirugía puede hacerse por dar razones muy poderosas: para respirar mejor o para cambiar la estética del rostro.
“Ambas razones o componentes se pueden combinar o hacer por separado».
La rinoplastia cosmética depende de lo que el paciente busque y de la forma de su rostro.
En la actualidad, el procedimiento ha cambiado y los cirujanos plásticos buscan “personalizar” la nariz de acuerdo a la fisonomía de la persona. Se trata de una cirugía que puede hacerse una vez culmine el crecimiento de la persona, que en mujeres se estima es a los 15 años y en hombres a los 17.
Entre los detalles que se deben tomar en cuenta al cambiar la forma de la nariz, la forma de la punta, el torso, las aletas, el ancho y la proyección hacia el frente.
“La estética de la nariz es tan compleja que cuando le preguntas a una persona qué no le gusta de la suya, le cuesta trabajo describirlo. La queja típica es lomo o que la punta no tiene buena forma. Usualmente en los hombres la queja es que la nariz está virada o que no está en proporción con su rostro. En los hombres es mucho más importante buscar una nariz que se vea masculina. Una nariz demasiado perfilada o muy puntiaguda es algo que se debe evitar”.
La rinoplastia es un procedimiento ambulatorio que se realiza con anestesia local y sedación o con general. La recuperación requiere de cinco días a una semana de descanso y por tratarse de un trabajo que se hace en cartílago y hueso, sigue mejorando por un tiempo prolongado.
Blefaroplastia
El paso de los años hace estragos en el contorno de los ojos y esta cirugía tiene como propósito rejuvenecerlos.
Se le llama blefaroplastia tanto a la intervención que se realiza para eliminar las bolsas de grasa que se forman en la parte inferior de los ojos como la que permite eliminar el exceso de piel en la zona de los párpados.
“Es una cirugía que usualmente la buscan hombres ya mayores. Esos que están de una edad media en adelante cuando les estorba la piel del párpado o que tienen bolsas en los ojos que lo hacen ver mayor y más cansado. A mayor edad los tejidos se debilitan, la piel empieza a ceder, aunque hay casos de personas jóvenes que experimentan esta situación por un componente familiar”.
Es una cirugía que se hace por dentro del párpado para reposicionar la grasa. Hace dos y tres décadas se removía esa grasa y los pacientes mejoraban pero al cabo de unos cinco años se veían peor porque, por el contrario, el área de los pómulos perdía grasa y el rostro terminaba luciendo muy cadavérico.
El párpado tiene naturalmente tres colecciones de grasa y una especie de pared que permite que permanezcan en ese sitio. Con el tiempo esas colecciones van dilatándose y propiciando las bolsas de grasa debajo de los ojos. “Eso ocurre a la par con el envejecimiento de la cara y con la pérdida de grasa en el cachete. Ahora no se recomienda sacar la grasa sino redistribuirla y rellenar el cachete”.
Aunque no es una cirugía que ocasione mucho dolor, ambos expertos señalan que causa hinchazón y hasta moretones que pueden extenderse hasta por dos semanas.
Ginecomastia
El agrandamiento de senos en el hombre puede tener varias causas que van desde las hormonales que surgen durante la adolescencia, el sobrepeso, el uso de medicamentos hasta el abuso de esteroides anabólicos y condiciones malignas como el cáncer de mama o tumores testiculares.
Antes de someter a un hombre a la ginecomastia o cirugía para reducir el tamaño de los senos es necesario descartar cualquier condición maligna, esperar a ver si con el crecimiento el problema desaparece, descontinuar el uso de medicamentos que estén propiciando la situación o rebajar, cualquiera que sea la causa.
“Si se eliminan todos esos factores es ideal para la cirugía. La cirugía puede ser por lipoescultura. Anteriormente se cortaba y se removía tejido, aunque ya no se hace tanto. Ahora se utiliza la tecnología de lipoescultura ultrasónica que derrite ese tejido fibrótico y permite sacarlo a través de cánulas especiales para remover la grasa del cuerpo”.
El hombre debe utilizar un chaleco de compresión por varias semanas, pero se puede reintegrar a su rutina normal a la semana de haber sido operado.
“La remoción de la grasa es permanente, pero si la persona engorda mucho podría tener un crecimiento de la grasa que queda alrededor, pero no es común».
Liposucción
A esta cirugía cosmética también se le conoce como lipoescultura y tiene como propósito remover grasa en exceso en diversas áreas del cuerpo.
Es un procedimiento cosmético que tienden a buscar hombres en la década de los 20 y 30 años de edad. Muchos de ellos tienen rutinas de ejercicio consistentes pero se les hace difícil eliminar la grasa de ciertas áreas.
Es un procedimiento en el que se hace una incisión de medio centímetro en el área que se va a tratar y con unas cánulas conectadas a máquinas de succión, se quita la grasa.
“Lo importante es saber que no es una cirugía para perder peso. El candidato ideal es un paciente que está en buen peso y que no puede eliminar con cambios en la alimentación ni ejercicios en algunas partes del cuerpo específicas como debajo del cuello, pechos, abdomen, flancos, espalda, muslos o hasta los tobillos, áreas donde este localizada la grasa demás”.
Al final solo quedan cicatrices pequeñas, de menos de tres cuartos de pulgadas, que pueden hacerse en lugares como en el ombligo, el área púbica o en la espalda baja.
Es una cirugía ambulatoria que se hace con sedación profunda o anestesia general. Es necesario que el paciente utilice una faja de compresión y descanse por lo menos una semana. No deben realizarse ejercicios fuertes en dos semanas y puede verse el resultado en seis a ocho semanas luego de la cirugía.
“Es muy común que el hombre pida la liposucción en abdomen, flancos y pecho, todo a la vez.
También piden transferencia de esa grasa a las nalgas. En ciertos casos se transfiere la grasa a la parte superior del pectoral para dar la ilusión de pectorales más definidos”.
Facelift
Hace unos años, esta era una cirugía que buscaban hombres que pasaban de los 50 años de edad. En la actualidad a su oficina llegan hombres más jóvenes que buscan en este procedimiento una manera de prolongar una imagen juvenil y no necesariamente corregir una piel ya marchita por el paso del tiempo.
“Hay hombres que son más exigentes con su apariencia física y buscan el ‘facelift’ más jóvenes. También lo buscan hombres jóvenes que han perdido peso y la piel del rostro luce caída. Comúnmente se combina con cirugía de parpados y a veces el levantamiento de cejas. Usualmente es tratar de quitarle unos diez años en la apariencia del rostro”, explica.
No obstante, este tipo de cirugía ha tenido sus cambios en las últimas décadas buscando una apariencia natural, sin que se note que la persona está operada.
Para eso, se combina la cirugía para remover el exceso de piel y tensar los músculos con tratamientos para mejorar la calidad del cutis, transferencias de grasa y rellenos para dar volumen en áreas que éste se pierde con el paso de los años.
El “facelift” involucra todo el rostro desde la papada, las líneas hasta la frente. Esta cirugía se modifica cuando se hace a un hombre. Por ejemplo, las incisiones tiene que hacerse en puntos estratégicos para no dañar la barba del hombre y entonces se hace en los surcos naturales del rostro como frente o detrás de las orejas y cerca del crecimiento del cabello. Además, al envejecer, los hombres tienden a presentar mayor exceso de piel y menos de grasa, contrario al caso de las mujeres.
“Los hombres quieren verse más juveniles, pero no quieren feminizar su rostro. Si inyecto demasiado grasa en los cachetes o aprieto mucho los ojos, se feminiza el rostro y eso no es lo que buscan”.
El periodo de recuperación puede tomar varias semanas en lo que baja la hinchazón y desaparecen moretones que podrían salir a consecuencia del procedimiento.
Otros procedimientos:
Además de dar a conocer las cirugías cosméticas más buscadas por los hombres el año pasado, las estadísticas de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, también informa sobre los procedimientos cosméticos mínimamente invasivos que más buscaron los caballeros fueron:
Uso de Botox
Remoción de vello utilizando láser
Microdermabrasión
“Peelings” químicos
Uso de rellenos
Fuente: elnuevodia.com