La flacidez es quizás uno de los problemas estéticos más comunes, sobretodo para las mujeres, si tenemos en cuenta los efectos que pueden producir sobre la anatomía el embarazo y el postparto. Cuando hablamos de flacidez nos referimos a la pérdida de volumen y elasticidad de la piel, que va disminuyendo en consistencia y acaba cayendo por efecto lógico y natural de la gravedad.
Muchas de vosotras que presentáis flacidez en alguna parte del cuerpo estaréis pensado que el del embarazo no es vuestro caso. Claro, es que este problema estético ocurre simplemente con el paso de los años, puesto que vamos perdiendo el colágeno, que mantiene los tejidos cohesionados.
Además vosotras, y me repito una vez más, salís perdiendo por culpa de las hormonas femeninas, que cada mes, con la llegada de la menstruación, se convierten en las reinas de vuestro cuerpo. Intervienen no sólo en el estado anímico y en la aparición del dolor menstrual, sino también en procesos inflamatorios y retención de líquidos, entre otros. Tenéis que saber también que la flacidez se encuentra entre las herencias no deseadas más comunes.
En primer lugar, quiero recomendaros deporte suave pero mantenido, porque los extremos en este caso, al igual que en las dietas, sólo contribuyen a que la flacidez aumente. Cuando alguien adelgaza muy rápido por una dieta o debido a una enfermedad, si no tiene tono muscular, se produce un excedente de piel. Lo mismo sucede si hacemos mucho deporte y paramos de un día para el otro.
Cuando los cirujanos estéticos realizamos una liposucción ocurre justo este supuesto. Eliminamos en el quirófano los depósitos de grasa excedente que ha ido acumulando el organismo a modo de reserva, pero la piel que los cubría sigue manteniendo el volumen. Tenemos que trabajar entonces sobre ella.
La flacidez hace su aparición principal en cuatro grandes zonas: rostro, cara interna de muslos, cara interna de brazos y abdomen. Os explico de forma sencilla, para hacerme entender, en qué consisten:
Soluciones quirúrgicas
Mediante la abdominoplastia eliminamos la grasa acumulada en la zona y también la piel excedente. Es la operación estética más compleja, puesto que se trabaja a un nivel profundo de estructuras.
Lifting de muslos: una vez retirados los tejidos y la grasa, metemos la cicatriz hacia la zona inguinal y el pliegue glúteo.
Lifting de brazos: se realiza el mismo procedimiento, pero se recogen los pliegues y se cicatriza hacia la axila.
Lifting facial: toda la piel se recoge alrededor de la oreja.
Otras soluciones no quirúrgicas para el rostro: Hilos tensores autogeneradores de colágeno hilos bidireccionales de PDO , que inducen a producirlo. Regeneran a la vez que tensan, poniendo freno a la llamada ptosis gravitacional, que desdibuja el contorno del óvalo facial, con clara pérdida de los rasgos. Se realiza en la clínica sin cortes, suturas, ni anclajes.
Ultimate, el llamado lifting sin cirugía. Se basa en las microcorrientes y trabaja re-educando, tonificando y reafirmando los músculos, suavizando las líneas de expresión y las arrugas, dejando una apariencia saludable y firme en cara y cuello, así como un brillo natural y rejuvenecedor.
El lifting sin cirugía Ultimate es perfectamente combinable con otras técnicas en clínica como son rellenos con ácido hialurónico, botox, peeling químico y tratamientos con láser.
Presoterapia como complemento a la cirugía del cuerpo: La presoterapia es una técnica que se basa en el masaje que ayuda a aumentar la circulación de los líquidos retenidos, mejorando la circulación sanguínea, el aporte de oxígeno a los tejidos y eliminando las toxinas acumuladas.
Está indicada para evitar o interrumpir el acúmulo de celulitis, reducir edemas, moldear piernas, brazos,nalgas y vientre, aliviar el dolor de los miembros inferiores ocasionados por el embarazo, la obesidad, la retención de líquidos o la celulitis y como aceleración y complemento del resultado estético de una liposucción.
Fuente: nosotras.com