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¿Cuándo es aconsejable hacer una abdominoplastia, o cirugía para la reducción de abdomen?

Si tienes piel acumulada alrededor del ombligo, puedes optar por una abdominoplastia

La reducción de abdomen es un procedimiento quirúrgico estético para mejorar la apariencia del abdomen. Consiste en extraer el exceso de piel y grasa del abdomen, y la piel restante se reubica para dar una apariencia tonificada.

Si, aparte de piel acumulada alrededor del ombligo, tienes una pared abdominal inferior débil, puedes optar por una reducción de abdomen.

¿Por qué realizarlo?

Tu abdomen puede estar propenso a sobresalir tras un embarazo, exceso de grasa, mala elasticidad de la piel, o el estiramiento del cinturón interno del tejido conjuntivo (fascia abdominal). Este cinturón, sujeta los órganos internos y es responsable de la apariencia del abdomen.

La abdominoplastia también es útil para la eliminación de estrías y exceso de piel debajo del ombligo. No obstante, las estrías fuera de esta zona no desaparecen con la reducción de abdomen.

Puedes pensar en una reducción de abdomen si:

Tienes exceso de piel alrededor del ombligo.
La pared abdominal en el bajo vientre es débil.
Te realizaron antes una cesárea y tienes retracción cicatricial.
Según especialistas reducción de abdomen si planeas un embarazo a futuro; si sufres de problemas cardíacos, diabetes o síndrome de intestino irritable; si tu índice de masa corporal es mayor a 30; o si planeas perder una gran cantidad de peso.

¿Cuáles son los riesgos?

La acumulación de líquido debajo de la piel puede producir seroma. Aunque los tubos de drenaje que dejan después de la cirugía, pueden ayudar a evitarlo.

La zona de la incisión puede cicatrizar mal. Durante y después de la cirugía debes tomar antibióticos para evitar una infección.

La reubicación del tejido abdominal puede afectar la sensibilidad de la piel. Quizás percibas menor sensación o adormecimiento en la zona.

¿Cómo prepararte para la operación?

Debes hablar con un cirujano plástico acerca de la reducción de abdomen.

Revisará tu historia médica para verificar si tienes o tuviste alguna enfermedad que afecte; si estás tomando medicamentos o cuáles has tomado recientemente, y si eres alérgico a alguna medicina.

Examinará tu abdomen para determinar las opciones de tratamiento.

Háblale sobre tus expectativas, por qué quieres la abdominoplastia, qué esperas obtener a través de ella en términos de apariencia.

Asegúrate de conocer a detalle los riesgos posibles y las cicatrices que quedan.

Evita fumar, antes y durante la recuperación. Mantén un peso estable durante unos meses antes de la reducción de abdomen.

Debes tomar anticoagulantes antes de la abdominoplastia, para evitar la formación de coágulos.

¿Cuál es el resultado?

La zona estará cubierta con un vendaje quirúrgico durante unas semanas. Tendrás que tomar analgésicos para el dolor, que suele ser moderado. La inflamación dura unas seis semanas y es normal, igual tendrás que seguir en control con el cirujano para que observe los avances en la cicatrización.

Deberás usar faja abdominal para evitar acumulación de líquidos y brindar soporte al abdomen durante la recuperación. Evita la malas posiciones y movimientos bruscos.

La reducción de abdomen te ayudará a eliminar el exceso de grasa y a tonificar la zona, obteniendo una mejor figura. Recuerda que la abdominoplastia es duradera, siempre y cuando mantengas un peso estable.

laopinion.com