Se extirpa grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes.
Suelen ser muy conocidas las cirugías que buscan aumentar el tamaño del busto, pero algunas mujeres también necesitan en algún momento optar por una reducción.
La reducción de mamas o mamoplastia de reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola.
Principalmente está dirigida a mujeres con mamas grandes, que pueden presentar algunos problemas debidos a este exceso de peso, como el dolor de espalda y de cuello, irritaciones de la piel debajo de la mama y problemas respiratorios. «La finalidad de la mamoplastia de reducción es proporcionar a la mujer unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto de su cuerpo para reducir esos problemas».
Los parámetros clave: peso y edad
El cirujano plástico Federico Pérez de la Romana, responsable del Instituto Pérez de la Romana de Cirugía Plástica y Estética en Alicante, explicó a medios locales que una mama suele pesar en torno a un kilo y algunos gramos más. La reducción de la misma, según precisa, se basará en la estatura y en las proporciones de la paciente. «Se individualiza cada caso en función de sus características», agrega.
La edad a partir de la cual se puede empezar a operar es después del desarrollo corporal, que dependerá de cada persona. Se produce en torno a los 18 años. Para cerciorarse de ello se mide a través de una radiografía de la mano y se comprueba que el desarrollo óseo está completado. Aproximadamente se produce a los 18 años. «No antes de esta edad se recomienda la operación porque podrían experimentar un crecimiento de las mamas. Por eso importa que se finalice el desarrollo corporal».
Las gigantomastias
Sobre la candidata perfecta para una mamoplastia de reducción, Pérez de la Romana apunta a gigantomastias en chicas muy jóvenes que, a diferencia de sus compañeras, experimentan un gran crecimiento de sus mamas y les acompleja y les lleva muchas veces a operarse. «Aunque también hay mujeres que deciden operarse al presentar dolores de espalda, o peso excesivo. Se quita una media de un kilo o dos en cada mama, y con ellos suelen desaparecer los problemas».
Asimismo, otras candidatas perfectas suelen ser las personas mayores, ya que con el tiempo han presentado un desarrollo mamario grande que les incomoda, tras los embarazos y las lactancias suele aumentar el volumen y cuanto más mayor se es menos desarrollados los músculos de la espalda están, por lo que hay dolores de cervicales más intensos y frecuentes.
Pérez de la Romana destacó que las chicas jóvenes que se someten a una mamoplastia de reducción no pierden la capacidad de lactancia ni tampoco la sensibilidad.
Cómo es la operación
La operación suele durar entre 2 y 4 horas. Existen diversas técnicas, pero generalmente las incisiones tienen forma de ancla colocándose alrededor de la areola, en una línea vertical hacia abajo desde la areola y en una línea horizontal en el surco que hay debajo del la mama. A través de estas incisiones se extirpa el exceso de piel, de grasa y de tejido mamario y se recoloca la areola y el pezón en su nueva posición; en algunos casos se puede asociar liposucción.
Fuente: tn.com.ar