Cirujanos explican la realidad que de verdad se corresponde con este tipo de operaciones y desmienten creencias erróneas sobre la cirugía facial.
La cirugía plástica es muy útil para corregir imperfecciones y para luchar contra el paso del tiempo y todo lo que eso conlleva en el cuerpo. También sirve en casos en los que se daña alguna parte por enfermedad o accidente.
La imagen superficial que en ocasiones se tiene de la cirugía plástica puede no ser la más adecuada. Sobre todo cuando se habla de cirugía facial.
Al realizar este tipo de intervenciones se debe evitar la exposición muy prematura al público, ya que “no revela la calidad del resultado, sino todo lo contrario. Si hay un cambio demasiado radical es porque el cirujano lo ha decidido en consonancia con el paciente, aunque no es lo habitual”.
Algunos de los mitos más extendidos sobre la cirugía plástica no se corresponden con la realidad. Por ejemplo, se tiende a pensar que la cirugía facial cambia por completo la cara de las personas. Al contrario de lo que se cree, la mayoría acuden al cirujano con la intención de realizar leves retoques para mejorar su aspecto.
La finalidad no es transformar el rostro, ya que no es natural ni estético, y el objetivo de la cirugía es precisamente que el resultado sea lo menos artificial posible.
Otro mito que se ha convertido en oficial es que supone grandes desembolsos económicos. “La cirugía estética está democratizada. Es accesible a todo tipo de público independientemente de la clase social”.
Las nuevas tendencias
Una de las nuevas modas en cirugía es la “redistribución” de la grasa corporal. Es reciente y consiste en extraer la grasa de una parte del cuerpo donde sobra y colocarla en otra que queramos mejorar.
Otra tendencia es “lograr los mayores efectos con la mínima intervención, dolor, despliegue sanitario y coste”. De esta manera los postoperatorios cada vez duran menos y son más cómodos.
Otro gran avance se ha llevado a cabo en el terreno de los injertos capilares, el proceso de extracción y colocación se ha conseguido mediante la reducción del tiempo de recuperación y las cicatrices ya son casi imperceptibles.
Lo importante es “acudir a un cirujano que pueda informarnos del proceso en profundidad y al que podamos consultar cualquier tipo de duda”.
Fuente: consalud.es