La cirugía plástica estética es la que todos conocemos y en la que nos enfocamos mayormente, pero también está la cirugía plástica reconstructiva, que es un área de la cirugía plástica hermosísima.
Los procedimientos reconstructivos se realizan para tratar las estructuras del cuerpo afectadas estética o funcionalmente por defectos congénitos, anomalías del desarrollo, traumas, infecciones, tumores o cualquier otra enfermedad. Se llevan a cabo para mejorar la función y capacidad, pero también se pueden realizar para lograr un aspecto más típico de la estructura afectada.
Aquí se encuentran:
– La cirugía plástica infantil y oncológica; entre sus ejemplos está el labio leporino.
– Las malformaciones, traumatismos o tumores.
– La cirugía de mano que incluye la cirugía del túnel carpiano, reparación de tendones o la cirugía del “dedo gatillo”.
– La cirugía reconstructiva de senos o reconstrucción del pezón, una de las más comunes en el área de cirugía reconstructiva.
Existen muchos otros procedimientos reconstructivos que pueden tratar cualquier defecto o daño en alguna parte del cuerpo.
Como en todos los procedimientos quirúrgicos, existen riesgos y complicaciones posibles como infecciones o inflamaciones, por lo que es de suma importancia prestar atención a las recomendaciones de su médico y llevar sus indicaciones al pie de la letra.
La cirugía plástica reconstructiva no es un capricho, y a pesar de que puede cumplir a la misma vez un fin estético, es en realidad una necesidad y es de gran relevancia llevar a cabo estos procedimientos cuando son pertinentes, ya que gracias a la ayuda de estas cirugías la forma y función del cuerpo y de la apariencia estética pueden recuperarse, así como la confianza en sí mismo, y la mejoría interna y externa de un paciente.
Fuente: listindiario.com