La operación de párpados que no deja “ojos de muñeca”

A partir de los 40, ¿quién no se mirado en un espejo y se ha levantado las cejas para subir el párpado que ya empieza a caer? A partir de los 50, ¿quién no ha tirado de la piel sobrante del mismo y ha visto con horror lo que tarda en volver a su lugar? Y a partir de los 60, ¿cuántas no han perdido parte de su campo de visión, consecuencia de la “persiana” que cae sobre el iris? Con todo, ¿cuántas hemos descartado la posibilidad de una intervención por miedo al efecto “ojos de muñeca” que hemos visto en algunas personas que nos rodean?

ojos de muñeca“Uno de los problemas de las técnicas convencionales de cirugía de párpados es que pueden cambiar el aspecto de nuestra mirada y dejar ‘baby doll eyes deformity’ (deformidad de ojos de muñeca). Ese “ojo vacío” suele indicar un pliegue palpebral (ocular) muy alto separado de las pestañas”.

¿Cómo rejuvenecer nuestra mirada sin parecer operados?. Se ha presentado una nueva técnica en Londres en el último Congreso Anual de la Sociedad Británica de Cirugía Plástica Estética (BAAPS), y en el Congreso de la Sociedad Americana para la Cirugía Plástica Estética (ASAPS), que en lugar de quitar la piel colgante, se la recoloca. Es decir, se voltea hacía adentro el excedente cutáneo, como si hiciera un dobladillo, y así se mata dos pájaros de un tiro: elimina el exceso de piel, y devuelve la turgencia perdida en la zona periocular, que es un signo característico de juventud.

“Consiste en reutilizar el tejido, músculo y grasa, que normalmente se resecan con la blefaroplastia superior, y movilizarlos hacia la zona del párpado más próxima a la ceja que, a medida que pasan los años, pierde volumen. A diferencia de la técnica convencional, esta permite mantener el pliegue del ojo corto, cercano a las pestañas, que es un rasgo de belleza en occidente y propio de personas jóvenes; a la vez que se retira el excedente y se corrige la flacidez del párpado”. “Y se evita la necesidad de recurrir a la lipoinfiltración de la propia grasa (puede producir bultos, inflamación, reabsorción…)”.

¿Para quién? Esta intervención es la idónea para aquellos que quieren solucionar su problema párpado superior caído, pero sin variar en absoluto la forma de su ojo. “Se logra contornos más juveniles, manteniendo la naturalidad y funcionalidad de la zona tratada, sin modificar ni la mirada ni la forma del ojo, y preservando la salud ocular del paciente”.

Para los pacientes que quieren modificar también otras zonas como párpado inferior, patas de gallo, ojeras… es recomendable la blefaroplastia convencional. “En algunos casos, se puede combinar con la Cantopexia Lateral, que permite elevar el reborde del párpado inferior para que el ojo se vea más grande e incluso un poco más rasgado, y para corregir en ocasiones secuelas de cirugías inferiores previas, como en efecto del ‘ojo redondo’.

¿Sigue dudando? En la primera consulta, los especialistas realizan un estudio fotográfico y minucioso del paciente, para poder valorar y aplicar la cirugía correspondiente.

Generalmente basta con anestesia local y sedación, y en régimen ambulatorio. Tras la intervención, el paciente se va a casa, y tendrá que dormir boca arriba, con la cabeza ligeramente elevada; pasados dos días podrá leer o ver la televisión; y evitar la práctica de deporte durante la primera semana. Los puntos se retiran entre el quinto y séptimo día, y partir de día décimo, ya podrá maquillarse.

Fuente: abcblogs.abc.es