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Mastopexia: beneficios estéticos y riesgos de elevar las mamas

La edad, la pérdida de peso, los embarazos y la lactanciaa hacen que actúe la fuerza de la gravedad sobre el pecho de la mujer. Este descolgamiento, flacidez o caída es muy frecuente con el paso de los años en mamas medianas o grandes. También puede producirse después de estar embarazada, haber dado el pecho o adelgazado. “La opción para recolocar las mamas en su sitio óptimo es la mastopexia, cirugía que realizamos para elevar las mamas en el caso de que se hayan descolgado (ptosis mamaria.

Especialistas dicen que “es una técnica quirúrgica muy agradecida donde la mujer recupera seguridad y autoestima al ver sus mamas rejuvenecidas, con más plenitud, más simetría y normoposicionadas en su tórax”.

Las cifras exactas de mastopexias realizadas en España “son difíciles de saber debido al gran sesgo que puede existir por el importante intrusismo profesional que existe en nuestra especialidad”, resalta la cirujana.

De hecho, la mastopexia muchas veces va asociada a un aumento del volumen con implantes mamarios (mamoplastía de aumento), ya que la mama está vacía, o a una mamoplastia de reducción en los casos de que la mama sea demasiado grande. “Así se puede realzar el escote de la mujer, en el primer caso, y conseguir un resultado más armónico y estético, en la segunda situación”, especifica Pineda.

Operación y recuperación

La duración de esta cirugía depende mucho de cada caso, pero se puede decir que entre 2 y 4 horas. Indican que “suele ser una intervención poco dolorosa y de carácter ambulatorio (hospital de día) que permite una pronta recuperación de la paciente, con una incorporación a la vida laboral entre 5 y 7 días después. Por lo que cada vez es más demandada en nuestras consultas, llegando a suponer un 20 por ciento de éstas”.

Dependiendo del grado de caída y de flacidez del pecho, añaden, “el exceso cutáneo debemos solucionarlo mediante incisiones que se van disimulando con el paso del tiempo, llegando a ser poco apreciables incluso para la paciente, pese a que necesitan un proceso de cuidado sencillo durante el primer año. Sin embargo, éste no es un motivo de preocupación importante para la mujer al ver su mama más estética y rejuvenecida”.

En cuanto al posoperatorio, comentan que “es muy sencillo, ya que es una cirugía que no duele. Sólo habrá que llevar un vendaje unos días y un sujetador deportivo durante un mes. Es importante no realizar movimientos bruscos con los brazos ni coger mucho peso”.

¿Los resultados de esta técnica perduran? Su efecto es duradero en el tiempo, “si bien se aconsejan cuidados de hidratación y antigravitatorios generales similares a los que se recomiendan a cualquier mujer no intervenida, mediante aplicación de crema hidratante después de la ducha y la utilización de sujetador sin aro siempre que sea posible. A pesar de que el descenso mamario con el paso del tiempo es muy dependiente de las características de los tejidos de la mujer y del cuidado de los mismos, con la mastopexia suele mantenerse una forma más redondeada y estética”.

¿Qué riesgos tiene esta técnica?

“Los riesgos en la mastopexia son pocos, siempre que sea realizada por un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora correctamente formado”.Existen casos como, por ejemplo, en mujeres fumadoras, donde se pueden producir complicaciones. “En pacientes que fuman se ve muy alterada la microcirculación, que es la encargada de llevar la sangre a los tejidos para la cicatrización. Cuando se juntan varios factores como la gran movilización de tejidos que hay que hacer en una mastopexia para mantener vivo el complejo areola-pezón a la vez que lo movilizamos a su posición ideal, si a su vez son fumadoras pues el riesgo de necrosis de los tejidos aumenta exponencialmente”.

¿Una mujer sometida a mastopexia podrá dar de mamar?

“La sensibilidad mamaria y del complejo areola-pezón se ve afectada en la primera etapa del posoperatorio, pero normalmente se recupera de forma similar a la previa en unas semanas. La capacidad de lactancia materna no se puede asegurar después de haber realizado esta intervención, siendo muy dependiente de la técnica utilizada según el grado de caída y del estado hormonal durante el puerperio”, concluyen.

En concreto, las técnicas que movilizan poco los tejidos (mastopexia periareolar y circunvertical) serían más compatibles con la lactancia posterior que las que mueven más los tejidos (mastopexia con patrón de Wise y cicatriz en T invertida).

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