No se haga una cirugía plástica sin revisar estas cuatro condiciones

1. ¿Sabe quién es el cirujano?

cirugía plaasticaLo primero que un paciente debe tener en cuenta es si el cirujano que lo va a operar es en realidad un especialista en cirugía plástica.

Eso significa, saber si ha recibido formación en esa área durante 4 a 5 años de dedicación exclusiva, es decir, en la que el médico se dedica solo a estudiar esa especialidad.

Los riesgos se pueden originar por complicaciones o por actos de negligencia. “Todo procedimiento quirúrgico tiene un porcentaje de eventos probabilísticos. Una extracción dental o una biopsia, pueden presentar complicaciones que van desde infecciones, que se abra la herida hasta la muerte”.

Esos porcentajes son muy bajos si no hay factores de riesgos identificados, pero si los hay, como edad, enfermedades previas, estado de deficiencia inmune, los riesgos son más elevados.

Y por negligencia ocurre cuando no se toman las medidas de seguridad necesarias, dice. Por ejemplo, llevar un paciente a cirugía no valorado, tiene un riesgo anestésico. O no estar pendiente del paciente y mandarlo a la casa, luego de una cirugía compleja.

Hay que diferenciar bien si fue una complicación y a la persona le pasó algo que ella y su familia sabían que le podía ocurrir y decidió voluntariamente asumir ese riesgo, o si hubo negligencia porque el médico sabía ese riesgo, no les avisó, no tomó las medidas necesarias y ocurrió algo diferente en el acto quirúrgico o manejo del paciente.

“Hay decisiones que el médico no deja al parecer del paciente, como si este se va para la casa o si toma un medicamento o no. Esas son conductas de prescripción médica y con base en la situación de riesgo, el especialista las determina”.

En una cirugía ambulatoria (procedimientos cortos y con anestesia local) el paciente sí se va para la casa. “Pero en cirugías mayores, que implican más de una cavidad o una extremidad y tienen sangrado se deja en observación en espera de que ese riesgo de sangrado disminuya y después de ciertas horas se da de alta”.

Además, que operar es una decisión conjunta del equipo quirúrgico: cirujano, anestesiólogo, el ayudante (otro cirujano plástico) y el paciente. Hay unos criterios muy claros de tiempos de cirugía, cuántos procedimientos se alcanzan a hacer, según protocolos. “El error parte cuando el equipo quirúrgico toma la decisión de hacer un procedimiento muy extenso, esas decisiones no se toman en el quirófano, sino en el consultorio con el paciente”.

Se debe observar que el especialista tenga experiencia; de lo contrario, puede no tener una técnica apropiada y eso puede prolongar el tiempo en el quirófano y traer complicaciones. “Puede que no se mueran, pero después llegan donde los cirujanos certificados con cicatrices y lesiones permanente”, comenta el especialista.

2. “Si tiene alertas rojas, no lo opero”

Algunos especialistas exigen el electrocardiograma, otros lo solicitan solo si lo consideran necesario.

Así como el paciente debe elegir un buen cirujano, el médico debe escoger un buen paciente, es decir, que sea apto para la cirugía plástica que se desea practicar.

Esa decisión exige chequeos y exámenes para verificar su estado de salud y reducir riesgos. “Que tenga un nivel de hemoglobina correcto para ir a cirugía, que no tenga infección urinaria o lupus, por ejemplo”.

Un obeso extremo no es paciente para operar, consideran los especialistas. Como tampoco lo es una mujer que tome terapia de reemplazo hormonal. En cambio, la hipertensión o la diabetes controladas, permiten hacer el procedimiento.

La máxima recomendación es hacer una evaluación personalizada del paciente. “Si tiene presión alta y hasta preinfartos, ya no es candidato a cirugía. Un diabético con problemas hepáticos o renales, tampoco”.

“Siempre se le pide al paciente datos, que no es por chisme, sino que se necesita saber si el médico si debe prender banderitas rojas, que son las que miden el riesgo del paciente”.

Allí cuentan la edad, cuánto mide y cuánto pesa, qué medicamentos toma, qué enfermedades ha tenido, qué cirugías se ha hecho, si hay antecedentes de haber hecho trombos él o su familia y hasta el índice de masa corporal.

Los especialistas coinciden en que el riesgo aumenta con la edad. Depende de la reserva orgánica del paciente. Una persona de 45 años, que corre 10 kms., se alimenta bien y tiene una vida sana, tiene mejor reserva orgánica que otra de 20 años, que ha tenido enfermedades, accidentes o cirugías y no se cuida. “La edad no es un factor aislado, es toda la condición médica. Claro que esa reserva orgánica va declinando a medida que se envejece y es cuando más atención el cirujano tiene que prestar”.

Un error del paciente es creer que el cirujano plástico le puede resolver todos sus problemas, “Hay que escucharlo, puede que se esté haciendo el procedimiento por la razón equivocada. Si una señora cree que porque se va a levantar los senos, el marido va a volver donde ella, no es una razón válida. Hay personas a las que es mejor mandarlas donde el pastor, el sacerdote o el psicólogo”.

Así, puede devolver a una mujer delgada que se quiere hacer una liposucción. “Hay que decirle, no, usted no necesita lipo, vaya al gimnasio, coma bien”. También es común devolver a las que tienen obesidad, que deben bajar de peso, o las gorditas, pero mal nutridas y deben tomar hierro, antes de operarse. Y a las que sufren Síndrome Dismórfico Corporal, enfermedad mental por la que el paciente nunca se siente bien con su apariencia, va de cirugía en cirugía, pero insatisfecho. “A ese paciente hay que prenderle la banderita roja porque necesita es soporte psicológico, no una cirugía”.

3. No se meta en un garaje

Los quirófanos deben tener los recursos para cualquier imprevisto.

Más importante aún es que el paciente sepa para qué está habilitada la clínica: si es para consulta, para pequeña cirugía o para cirugías de mayor complejidad.

“El sitio puede ser muy bonito, pero si está habilitado para cirugías ambulatorias, por ejemplo, pero están haciendo otras cirugías complejas como una liposucción, el riesgo es mayor”.

“Se deben hacer en un sitio donde haya Unidad de Cuidados Intensivos, buena imagenología y demás recursos necesarios si se llega a presentar un efecto no deseado o una complicación”.

“Si la persona hace una alergia al antibiótico, que es un shock fuerte, tiene que ser intubada porque puede dejar de respirar. Por eso, no debe ser en el establecimiento más barato ni con el cirujano más barato ni donde más barato le hagan las cirugías porque lo barato sale caro”.

“Que tenga todas las medidas de seguridad, no en un garaje”, en esos ‘garajes’ es donde más inyectan biopolímeros. “Es gente inescrupulosa, no son ni médicos, solo lo hacen por lucro y abusan de los pacientes”.

4. “No más de cinco horas”

El paciente se vuelve a evaluar al entrar a cirugía para descartar eventos de última hora, así los exámenes estén bien.

Puede que el paciente se quiera hacer de todo en un solo procedimiento, desde la punta del pelo hasta la punta del pie, pero eso no es posible porque aumenta el riesgo. Cuantas más áreas del cuerpo se toquen, más riesgosa es la intervención.

De pronto se pueden practicar dos o tres, pero depende del tipo de cirugías, del estado de salud del paciente y de cuánto tiempo demoraría en quirófano. Analizadas estas y otras variables, el cirujano plástico y el paciente llegan a un consenso sobre qué se puede hacer.

Con eso, el especialista define el plan quirúrgico, que establece cuánta grasa se le va a extraer, cuánto es el sangrado permitido y cuánto durará la cirugía, qué tipo de prótesis se le van a implantar y en qué tipo de clínica y de quirófano se le va a operar, según si el procedimiento es mínimamente invasivo o si es de alta complejidad.

Entre más cirugías se practiquen crece el riesgo porque aumenta la posibilidad de que haya más sangrado y de que el mayor tiempo quirúrgico haga que el paciente esté más tiempo quieto en el quirófano y hay más riesgo de que se formen coágulos de sangre, si tiene esa predisposición. Esto puede ocasionar un trombo o trombosis venosa. “Para evitarlo, les damos antes de la cirugía y en especial, a las de cirugías múltiples, heparinas de bajo peso molecular”.

“Los estudios dicen que los riesgos son exponencialmente mayores cuando se pasa de cinco horas de cirugía. La autoestima y la belleza son muy importantes , pero no se debe pasar de ese tiempo porque genera mayor índice de complicaciones respiratorias, circulatorias y de la temperatura corporal, son riesgos que se deben evitar”.

Los médicos saben cómo debe funcionar el equipo quirúrgico para disminuir el tiempo de cirugía, hasta la hora de suministrar los medicamentos y el tiempo para que hagan su efecto de constricción en los vasos sanguíneos y no haya mucho sangrado y así todo sea menos traumático y más exitoso.

Una paciente de mamoplastia de aumento o de rinoplastia o de brazos o de muslos, se puede ir a casa el mismo día. Pero una cirugía muy larga y con abdominoplastia o lipo, requiere una noche de hospitalización para manejar con analgesia el dolor.

“Si la paciente queda muy adolorida no debe caminar, eso es recomendable para evitar complicaciones”, opina la cirujana plástica

Biopolímeros, una epidemia

La inyección de biopolímeros es un problema social y de salud pública, coinciden los especialistas, por la gravedad de las secuelas que causan en quienes se han hecho aplicar estas sustancias prohibidas mundialmente porque no se absorben ni se pueden retirar. “Los daños por biopolímeros ya son una epidemia”.

Biopolímeros es toda sustancia que se inyecta en el organismo y este no es capaz de reabsorber. Es mal usado para dar contorno en glúteos, cara, labios, senos, pantorrillas, nariz –para respingarla– y hasta en la vagina para estrecharla o para rellenarles los labios.

En consultas se ha encontrado personas a las que les han inyectado siliconas, metilmetacrilato, aceites de cocina o industriales, cera y hasta cemento de uso odontológico. “Como el cuerpo no puede reabsorber esas sustancias, horas después puede presentar una reacción alérgica. O queda perfecto, pero 20 años después puede aparecer el problema”.

“Hay personas que por fuera se ven bien, pero por dentro están supurando, la piel está ennegrecida, ulcerada y deformada pero no se dejan ver porque lesiona su autoestima si el objetivo era verse más lindas, quedaron peor y su salud comprometida”, comenta. A él le ha tocado atender hasta cinco casos semanales de afectados que no dimensionan la magnitud del problema.

Algunos médicos dicen extraerlos, pero nunca lo logran totalmente, porque “esas sustancias invaden arterias, venas, nervios, músculos y hasta los huesos”, opina Riascos.

Otras de sus secuelas son los embolismos (obstrucción de una arteria de los pulmones por material sintético no degradable desplazable por el cuerpo). O infecciones, siliconomas que ennegrecen o enrojecen el tejido, causa hinchazón o deformación en la apariencia.

Lo curioso es que se ha visto hasta médicas que se han aplicado biopolímeros: “ creen que es una sustancia permitida y no caen en cuenta de que cometen el mismo error de los demás”.

“Les dicen que es ácido hialurónico, algo imposible porque si cada cm3 de este ácido vale medio millón de pesos, no les van a poner 300 cms3 en cada glúteo, porque cada nalga quedaría valiendo como $100 millones. Cuando esos aumentos de nalga son tan baratos lo más probable es que el relleno sea de silicona, que esa sí es muy económica y la venden en las ferreterías para pegar las ventanas”.

Cirugías no invasivas y con reposo

“Si hay un paciente de alto riesgo, hay que ser sincero con él y decirle que ante una posible complicación y, como esto es una cirugía electiva, más bien opte por otros métodos más seguros”.

Además son contraindicados para estos métodos los pacientes que no puedan seguir órdenes mínimas (retardo mental severo) o farmacodependientes no controlados o que no estén en periodo de abstinencia.

Al contrario de otras cirugías, el cirujano bariátrico dice que el concepto del menor de edad se ha modificado bastante y que el paciente más pequeño que ha operado fue uno de 7 años con obesidad mórbida, de común acuerdo con los grupos de pediatría y endocrinología. Y el de mayor edad fue uno de 78 años, en muy buenas condiciones de salud porque era deportista y se operó con muy buenos resultados.

Pese a que estos procedimientos son mínimamente invasivos, porque son por laparascopia, con una duración entre 45 minutos y una hora y media de cirugía, el tiempo mínimo de hospitalización es de un día, al segundo día es ambulatorio, al sexto se puede reintegrar a su trabajo y si va a viajar, lo puede hacer al día 12.

Fuente: elpais.com.co

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Karina Bernal

    Dr. Soy de La paz me gustaria saber si usted opera espolon nasal ademas a mi hijo le quedo una marca como una elevacion en la naríz de unA fractura del tabique y quiere arreglarse esa parte tambien aproximadamente cuanto me cuesta para poder ir para alla gracias

    1. Javier Cossio

      Buenas noches:
      Le escribe el Dr. Javier Cossio
      Estimada(o)paciente
      Por favor envié fotos (frente y perfil) de todas las áreas a ser tratadas, así puedo evaluar su caso
      Gracias.

    2. Javier Cossio

      Buen día:
      Le escribe el Dr. Javier Cossio
      Estimada(o)paciente
      Por favor envié fotos (frente y perfil) de todas las áreas a ser tratadas, así puedo evaluar su caso
      Gracias.

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